A partir del 28 de diciembre de 1992, comenzaron a operar nuevas distribuidoras de gas natural en nuestro país. En estos años, se duplicó la cantidad de usuarios llegando a 9 millones de hogares, industrias y comercios. Las empresas construyeron más de 80 mil kilómetros de gasoductos y cañerías e incorporaron tecnología que modernizó el servicio. Todo esto, aunque la mayor parte del tiempo se trabajó sin estabilidad normativa e institucional y con tarifas congeladas.
Gracias al esfuerzo de todos los que en estas décadas fueron trabajadores, profesionales y accionistas, las empresas asumieron su responsabilidad sobre la calidad y la seguridad del servicio público para beneficio de los argentinos.